La disfagia es una patología poco conocida, y con una incidencia muy elevada. Está directamente relacionada con el riesgo de mortalidad por desnutrición, deshidratación o infección respiratoria
¿Qué es la Disfagia?
La disfagia es un trastorno de la deglución (para tragar alimentos tanto sólidos, semi sólidos y/o líquidos) que afecta a personas adultas y niños. Normalmente como consecuencia de enfermedades neurológicas y neurodegenerativas.
Tipos de Disfagia
Haciendo referencia a la zona en la que se produce la alteración podemos distinguir entre varios tipos de disfagia:
Disfagia orofaríngea: Los órganos implicados en la deglución no funcionan correctamente, con lo que no hay propulsión del bolo hacia el esófago. Esta dificultad se debe a la disfunción entre las tres primeras etapas de la deglución.
Disfagia esofágica: La dificultad reside en el traslado del bolo alimenticio desde el esfínter esofágico superior (EES) hacia el estómago, como consecuencia de alteraciones en el cuerpo esofágico o del esfínter esofágico inferior (EEI).
¿Cómo podemos detectar la disfagia?
Debemos sospechar la existencia de disfagia siempre que observemos:
- Babeo e inadecuado cierre labial.
- Presencia de residuos de alimentos en la boca.
- Degluciones fraccionadas.
- Tos durante y después de la ingesta.
- Atragantamientos con determinadas consistencias.
Tratamiento de la Disfagia
Como en otras patologías, el primer paso será realizar una valoración, en la que se valorara, su anatomía oral, el control motor de las estructuras orofaciales (labios, mandíbulas y lengua), el reflejo tusígeno y por último, la sensibilidad y la función laríngea.
En función de los resultados obtenidos, el logopeda realizará una serie de adaptaciones en la dieta del paciente. Estas adaptaciones se llevarán a cabo en las texturas y en el volumen de los alimentos que podrán ingerir.
El objetivo del tratamiento será normalizar la función deglutoria estimulando la musculatura orofacial, logrando degluciones más frecuentes y disminuyendo el riesgo de aspiraciones con técnicas compensatorias y técnicas rehabilitadoras.
Acuda a un logopeda especializado para realizar su tratamiento y correcta evaluación.
