Hoy en día se conoce que las buenas o malas calificaciones no definen nuestra inteligencia, que ésta no se limita a los saberes académicos. Las capacidades de nuestra mente no forman parte de una sola habilidad llamada inteligencia, sino de muchas que trabajan en paralelo y que, muchas veces, son ignoradas o eclipsadas simplemente porque no las valoramos. Gadner, psicólogo e investigador, ha identificado hasta nueve tipos de inteligencia: musical, cinético-corporal, lógico-matemática, lingüística, visual-espacial, interpersonal, intrapersonal, existencial y naturalista.
Todas las personas contamos con cada una de estas inteligencias entrelazadas y conectadas entre sí, estando más o menos desarrolladas en función de variables como el contexto o las características personales. Quizás la afirmación más relevante de la teoría de las inteligencias múltiples sea aquella que postula que, si bien la genética influye en la inteligencia, el entorno también juega un importante papel. De este modo, una estimulación y enseñanza adecuada puede fomentar el desarrollo de los distintos tipos de inteligencia. Asimismo, existen actividades que colaboran en el desarrollo de las mismas:
- Inteligencia musical: cantar, tocar un instrumento, bailar, jugar a reproducir ritmos, ver y/o participar en musicales, musicoterapia.
- Inteligencia cinético-corporal: manualidades, costura, pintura, actividades teatrales, bailar, artes marciales, practicar juegos deportivos (atletismo, baloncesto, fútbol, etc.).
- Inteligencia lógico-matemática: juegos de acertijos o adivinanzas, puzles, juegos de técnicas secuenciales (razonamiento mediante pistas), robótica, construcción de maquetas, sudokus, cubo de Rubik, ajedrez.
- Inteligencia lingüística: lectura, escritura creativa, juegos de palabras, participar en debates, poesía, jugar a describir objetos o sentimientos con palabras.
- Inteligencia visual-espacial: cine, artes plásticas, fotografía, diseño gráfico, rompecabezas, juegos de imaginación y construcción.
- Inteligencia interpersonal: juegos en pareja o grupo, participar en debates, actividades comunitarias y solidarias, taller de habilidades sociales, actividades basadas en el role-playing (intercambio de roles).
- Inteligencia intrapersonal: yoga, escritura, dibujo, pintura, taller de educación emocional, círculos de elogio (actividades destinadas a fomentar la autoestima de sus participantes).
- Inteligencia existencial: meditación, yoga, juegos de cooperación basados en el logro del bien común.
- Inteligencia naturalista: actividades que favorezcan el contacto con la naturaleza como participar en el grupo de scouts, la jardinería, la agricultura o el cuidado de animales.