El trastorno Específico del Lenguaje o TEL es conocido como todo inicio retrasado del lenguaje y desarrollo lento que no se pueda justificar con algún déficit neurológico, retraso mental, trastornos de la conducta o deprivación ambiental. Este trastorno se dá en niños sin deficiencias motoras, auditivas, ni problemas psicológicos ni dificultad para la comunicación.
En realidad hoy día se sabe que es un trastorno grave y duradero que afecta a la adquisición del lenguaje desde sus inicios y continua hasta la edad adulta y que si no se interviene prontamente deja secuelas.
Todos los niños no presentan los mismos síntomas porque no afecta siempre de la misma forma ni con la misma intensidad a todos los componentes del lenguaje : como son la comprensión, la pronunciación, el uso de la sintaxis o la capacidad de uso social del lenguaje y de la comunicación.
Inicialmente sus síntomas se solapan con los de otras patologías del desarrollo (TEA, Disfasia, Agnosia Auditiva…) por lo que, en ocasiones, es preciso un tiempo de evolución y de respuesta al tratamiento para confirmar o corregir un diagnóstico inicial.
La identificación del trastorno se basa en el análisis de los síntomas y su relación con el conjunto del desarrollo del niño o niña: debe hacerse por personas especializadas5 en este tipo de alteraciones y no esperar jamás al famoso “ya hablará”, esto lo único que hace es alterar el desarrollo normalizado de los niños y favorecer a que aparezcan problemas más graves en las etapas posteriores del desarrollo.
No poder comunicarse adecuadamente tiene repercusiones lógicas sobre el desarrollo cognitivo, afectivo y social, especialmente en los niños y niñas que presentan a la vez trastornos de la comprensión y de la expresión.
Aunque no hay un test específico para su diagnóstico, si se sabe que hay síntomas desde edades muy tempranas que son indicadores de un trastorno, y normalmente va acompañado de poca habilidad manual, en la motórica gruesa, alteraciones en la atención, rabietas frecuentes, y que a medida que pasa el tiempo afecta a la lectoescritura y a las relaciones sociales por la dificultad que presentan para ser comprendidos por los demás y poder expresar sus pensamientos, gustos, ideas…etc
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